Mr Phuy

Con los momios 185 a 1.

Firmar�a con plena convicci�n el art�culo de esta ma�ana del comentarista Glen Flabbergasted acerca del juego M�xico 2 vs EEUU 1. Flabbergasted, con lo mal ponderado que ha sido en Norteam�rica y pese al ninguneo que persiste en nuestro pa�s desde su famoso pleito con Imevisi�n en 1988, lo ha puesto as� de simple:

El efecto antigravitatorio del 2do. Tiempo con el ingreso de los extremos Alberto Medina y Ram�n Morales, si bien dio mediano resultado y s�lo provoc� sustos, fue una amenaza de bomba a la historia del f�tbol mexicano. Si Lavolpe afina ese mismo v�rtigo en un equipo duro de roer (como el que ha jugado la Primera Fase de los �ltimos tres mundiales) M�xico puede ser Campe�n del Mundo.

Para Flabbergasted, "puede ser Campe�n del Mundo" significa que puede ser Campe�n del Mundo y tambi�n, en una valiente ambig�edad, que puede quedar eliminado en el hexagonal de CONCACAF. Se sabe que en 1985 Bora Milutinovic pidi� al Atlas de Guadalajara nacionalizar a Roberto Masciareli para contar con un extremo nato, viejo veneno contra la seriedad del Mundial. Sin entrar en detalles, lo que Glen Flabbergasted quiso decir �Mr Phuy sale al quite, Glen, pero trata de valerte por ti mismo� es que para ser Campe�n del Mundo hay que treparse a Semifinales, y para acceder a Semifinales se requiere una buena camada, cierto amor al v�rtigo y verse favorecido por el rebote de las circunstancias. Brillante originalidad, Glen, templado como siempre.


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Champions League 2005
Cuartos de Final

El Inter

Como no puedo explicar a Juan Sebasti�n Ver�n como futbolista, lo explico como t�pico. Me interesa diez veces m�s que Ronaldinho y quinientas m�s que Adriano. De momento, a Mr Phuy le basta decir que el f�tbol de Ver�n es un tecito para d�as gloomy, a pesar de lo mal empaquetado de su propuesta y el galope desorientado que lo distingue. Seg�n se dice, como m�dula espinal de sus equipos Ver�n ha sido, y es, inf�rtil. F�tbol estorboso. Estoy de acuerdo, excepto en la encantadora Argentina de la fase clasificatoria al Mundial 2002, que fue mi segundo amor hasta hace poco; excepto en el Lazio; excepto catorce domingos en el M�nchester; excepto venticinco minutos en un muy rudimentario Chelsea que jugaba en cuclillas. En esta versi�n del Inter de Mil�n, con Vieri y el propio Adriano esperando balones, Ver�n hace g�rgaras con el veneno en lugar de lanzarlo. El entorno es triste, comienza la desesperaci�n y viene lo m�s extra�o, balones que emanan con rareza haciendo pensar en el ayer y picotazos en el vientre. Vaya ciudad monstruosa.

El Lyon
Treinta a�os. Treinta a�os en ese horrible sitio. Recientemente, cuando pienso en mis treinta a�os de trabajo, no puedo recuperar en la memoria un s�lo d�a verdadero, tan s�lo herramientas, sonidos, situaciones abstractas, tareas que se extend�an por d�as y meses como un eterno puente colgante al que la neblina ha cogido de los extremos. Lo �nico que recuerdo en perfecto detalle es cuando quebraste nuestra rutina con una carcajada silvestre y nos le�ste aquel chiste del City Hall que ven�a en el Reader's Digest. A duras penas pod�as contarlo sin doblarte de risa. Recordarlo jala las comisuras de mis labios hacia polos opuestos y sucede a mi boca, acartonada como es, lo que al puente colgante. Sylvian Wiltord es una jarra de sangr�a en el parque, fresca y ruidosa entre cubos de hielo, vertida sobre un grupo de ni�os que aprovechan la tarde con voluptuosidad, si cabe la palabra. "Brinquemos fuera de la cama, v�monos al City Hall... ", dec�a la broma, m�s o menos. Te re�as tanto.

El Chelsea
Ante el ruidajo de quienes s�lo buscan goles, un buen esquema defensivo hace que los jugadores se vean a s� mismos en una misi�n espiritual, de ayuno y abstinencia, selecto grupo de samurais que olvidan el mundo exterior y se entregan con profundidad a t�cnicas preventivas, no s�lo respetables en su pureza sino hasta hermosas. Para otros, el gol es un j�bilo; para �stos, evitarlo es el nirvana. El Chelsea de Mourinho lleva 9 goles recibidos en 29 partidos de la Liga Premier, un registro que asusta. Busca en cualquier tabla, del pa�s y el a�o que prefieras, no hallar�s nada igual. El caparaz�n retr�ctil de Gallas / Carvalho / Terry se endurece, pero no termina all�. Claude Makelele levanta el cuello de la cobra, Frank Lampard le da cerebro y el d�o Drogba / Gudjohnsen tira una mordida que siempre pega al cuello; todo ello en ausencia del fenomenal Arjen Robben cuya lesi�n priva a la Champions League de su mejor elemento. Ya basta de s�fidos, basta de caudillismo y lib�lulas. Bienvenidos sean los te�ricos y malditos los teoricistas. Disfruto de lo lindo el ascetismo del Chelsea y espero que gane la Copa de Europa, pero el entrenador Mourinho es una figura insoportable. Su arrogancia es la misma de un adolescente, y saco el tema porque a un adolescente le perdono todo. La adolescencia es la Humanidad que languidece... pero Mourinho. Se viene el cierre de la temporada y Mourinho logr� un equipo s�lido, conc�ntrico, con tal fiereza de ideas que ninguno de los muchachos aspira a samurai. Por el contrario, son gendarmes dispuestos en c�rculo que aplauden su hombr�a, ense�an m�sculo y se presumen el falo unos a otros.

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